
Hace casi un año tuve una apendicectomía y me costó menos de 6 mil pesos, incluyendo estadía en el hospital, cirugía, pago de doctores, medicinas y un seguimiento postoperatorio. Esto fue gracias a una decisión que tomaron mis papás hace casi 15 años y que yo continué.
Al momento de yo inscribirme a la prepa nos pidieron que tuviéramos un Seguro de Gastos Médicos Mayores; para ese momento ni mis papás ni yo teníamos idea de que era eso.
Conocíamos que podíamos ir a instituciones de salud privadas o públicas y ser atendidos, en el caso de las privadas teníamos que pagar por todos los servicios brindados y se tenía la idea de que eso únicamente aplicaba para la clase alta del país que en determinado caso de requerir algo urgente y con una atención especializada y hospitalización lo mejor era ir por una opción pública.
Durante 15 años esa fue mi percepción de estos servicios y no me lo cuestioné, era algo ya establecido dentro de mi mente y que no necesitaba una segunda pensada.
¿Esa visión e idea estaba correcta?
Yo había nacido en una institución pública y durante muchos años no necesité ningún tratamiento o seguimiento con especialistas más que la típica gripe o algún malestar estomacal; una vez que me hicieron unos rayos X, pero de ahí no había pasado, afortunadamente. Sin embargo, no es el caso de todos, conozco personas que sí han llevado algún tratamiento más agresivo por algún padecimiento o que han tenido que ser hospitalizados y hasta operados por algún accidente, realmente nadie está exento de nada.
En agosto del 2008 contraté (y mis papás pagaron) mi Seguro de Gastos Médicos Mayores que mantuve durante 9 años, durante ese tiempo tuve intervenciones en hospital: Un esguince de segundo grado y una operación en uno de mis ojos, todo esto solventado principalmente por el seguro contratado. Una vez que me gradué de universidad y que el seguro ya no me podía seguir cubriendo, tenía dos alternativas:
- Continuar con él, ya fuera en la misma aseguradora o en alguna otra.
- Dejar de tener un seguro que me absorbiera mes con mes un ingreso fijo que no sabía si volvería a usarlo.
Decidí continuar con un seguro, pero con otra aseguradora.
A la fecha después de haber hecho esta decisión y estar pagando de forma anual una prima (la cantidad que se debe pagar por el seguro) sólo he tenido que usarlo una vez, para una apendicitis. De no haber tenido ningún seguro que me cubriera y hubiera usado el mismo hospital, con los mismos doctores y el mismo tratamiento hubiera pasado de los 100 mil pesos. Una cantidad que no es nada accesible para la mayoría de la población.
¿Pero, ha válido la pena tener un SGMM?
Haciendo cuentas, aún con todos los pagos anuales que he dado desde que me gradué, la apendicitis con su operación no hubiera sido cubierto con ese monto, por lo que la decisión de tener un Seguro de Gastos Médicos Mayores fue una decisión financiera que me ayudó a no desbalancearme en un momento crítico y me permitió continuar con mi día a día sin tener que recurrir a un préstamo o vender un bien.

Disclaimer:
Recuerda que este es un caso personal, y cambia de caso a caso, dependiendo de nuestro estado de salud, antecedentes, entre muchas otras características, por eso es importante asesorarse correctamente.
En Denario Finanzas contamos con alianzas estratégicas con especialistas en Seguros, tantos de Gastos Médicos Mayores, Seguros de Vida, y muchos más.