Creciendo tus Estrategias Financieras
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La fórmula Mágica

Cómo ahorrar y que funcione

En un artículo anterior te hablamos de cómo hacer nuestro presupuesto e identificamos los elementos que se deben incluir en él (si no lo has leído te lo comparto aquí). Complementando esto hay una parte que a muchos se les olvida incluir en el presupuesto (usualmente porque pensamos que es un elemento extra o adicional) pero que es de suma importancia, EL AHORRO

¿Qué es el ahorro?

En términos prácticos es la diferencia que existe entre los ingresos y los gastos. Es decir, el monto de los ingresos que no se gastó y que se puede guardar para usarlo en el futuro. El ahorro es el hábito de guardar una parte de nuestro ingreso para conseguir una meta, cumplir un sueño o crear un fondo que nos permita enfrentar alguna emergencia. Pero más allá de una definición técnica, lo importante es entender cómo el ahorro se relaciona en tu vida diaria, cómo afecta tu cartera. 

Hay muchas razones para ahorrar, construir una casa, realizar un viaje, pagar la educación, enfrentar enfermedades/accidentes, o hasta contar con un fondo para vivir la vejez con tranquilidad. Pero, el mayor problema con el ahorro es que por lo general pensamos en ahorrar después de gastar. Es decir, primero gastamos y lo que sobre es lo que ahorramos. El detalle de esta estrategia es que los gastos no tienen límites, siempre vamos a tener algo en que gastar. Lo que muchas veces nos lleva a no tener nada que ahorrar. Vivimos en una sociedad sumamente consumista, entonces si tenemos el recurso, invariablemente, lo vamos a terminar usando.

La forma que deberíamos adoptar es ahorrar ANTES de gastar, un modelo que a países primermundistas los ha llevado a los primeros índices económicos y bienestar de su población, pues tienen tranquilidad económica.

¿Por qué es difícil ahorrar?

Para resumirlo, por factores conductuales. Somos cortoplacistas, nos cuesta visualizar beneficios futuros y queremos respuesta inmediata. Pero ver los frutos del ahorro tarda un poco. Para nuestro cerebro el «yo del futuro» es una persona ajena, no nos es posible sentir su dolor o su beneficio, solo nos importa el «yo del presente». Ahorrar implica limitar el consumo hoy, le “quitamos” de cierto modo al yo actual para satisfacer el yo futuro. Definitivamente a nadie le gusta limitarse y por eso inconscientemente nos saboteamos.

¿Cómo se puede facilitar el que ahorremos?

Primero, nuestro ahorro debe cumplir un objetivo. El ahorro sirve para cumplir metas personales o familiares establecidas. Las metas van a ser diferentes para cada persona, cada cabeza es un mundo. También van cambiando con la edad y las circunstancias, es posible que nuestras metas evolucionen con nosotros. Así que, al igual que en un barco, las metas ayudan a mantener el curso fijo y no desviarse. La finalidad del ahorro no es simplemente cumplir deseos sino también satisfacer necesidades.

Ahorrar con un propósito definido nos ayuda mentalmente a darle un valor y facilitar separar el recurso.

La mejor forma de ahorrar es hacerlo de forma sistemática y constante. Considerar el ahorro como un rubro más de nuestro presupuesto familiar nos ayuda a guardar nuestro dinero con disciplina y constancia. Aunque la cantidad no sea mucha, mes tras mes debemos separar el mismo porcentaje o cantidad que nos fijemos con perseverancia y firmeza. 

Como lo dijimos en el presupuesto, no existe una regla escrita de cuánto debemos ahorrar. Sin embargo, en la práctica lo recomendable es un 10% de nuestro ingreso mensual. Habrá ocasiones en las que el ahorro sea mayor cuando establezcamos alguna meta prioritaria y el monto del ahorro sea mayor durante un plazo de tiempo más corto.

¿Dónde ahorrar?

La forma más sencilla de no comer chocolates es no tenerlos a la mano, la forma más sencilla de ahorrar es no tener disponible tu dinero para gastarlo. La fuerza de voluntad no es suficiente para ahorrar, necesitamos de herramientas que protejan nuestro futuro financiero de nosotros mismos.

Muchas personas acostumbran a guardar su dinero debajo del colchón, en una alcancía o incluso confiárselo a otra persona. A esta forma de guardar el dinero se le conoce como ahorro informal. No es la forma más conveniente de ahorrar, ya que nos arriesgamos a perder nuestro dinero. 

La otra alternativa consiste en guardar nuestros recursos en una institución financiera, a través de una cuenta de ahorro. Esto se le conoce como ahorro formal y tiene varias ventajas, como, seguridad, certeza y en algunos casos, pequeños rendimientos. 

Conclusión

Una vez que se tuvo la disciplina para hacer un presupuesto, de la misma forma se debe tener la disciplina para poder ahorrar. Se puede ahorrar en una alcancía, colchón, en una cuenta de ahorro o donde te sea más fácil. Lo ideal es guardar cantidades de acuerdo con nuestra capacidad, ni muy grandes para que sufras o te ahorques, pero tampoco insignificantes par que no veas los frutos de tu esfuerzo. Los ahorros ayudan a las familias a alcanzar sus metas financieras, a cumplir sueños, fortalece el bienestar e incrementa la estabilidad económica personal, familiar y patrimonial. ¡No esperes más! Consulta con tu asesor financiero las herramientas que más se ajusten a tus necesidades y estilo de vida.

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